La revista Tintimám ya tiene su sitio oficial en la red. Lo celebramos con el formato electrónico de las 104 páginas del tercer número de la revista TINTIMÁM: TINTIMÁM 02 y, la edición impresa del tercer número de la revista, que puede ser adquirido a través de página web y puntos de venta habituales.
Para más información, acceder a: http://www.tintimamrevista.com/index.php
Aunque es un placer para mi escribir sobre esta publicación desde aquí, utilizo el nombre y las imágenes para el espacio sin ánimo de poseer lo que no me pertenece, contribuyendo a que se difunda la noticia de la vuelta a la luz de la revista y compartiendo una parte de los trabajos de los que en ella colaboran, ha llegado el momento de modificar el blog progresivamente por no ser necesario ya para cumplir con los compromisos adquiridos mientras no estaba en funcionamiento el sitio oficial en la red. Me habían concedido la posibilidad de utilizar este sitio como soporte informativo hacia personas, colectivos, empresas e instituciones, para mi colaboración desde Bilbao.
Este blog no es el sitio oficial de TINTIMÁM Tintimám es también plataforma de encuentro con la lusofonía; su idioma original y el principal para su difusión, será siempre el gallego-portugués, traducido al español, inglés, y en ciertos casos a la
lengua de orígen de la información.

viernes, 1 de julio de 2011

Legitimidades

MONTSERRAT MOREDA. Hace unos días se  ha hecho público el nombramiento como director del Museo Balenciaga de Getaria a  Javier González de Durana. A día de hoy sigue al frente del TEA Tenerife Espacio de las Artes. En la sección de arquitectura del último número de Tintimám, aparece publicada la arquitectura de este museo obra de Herzog & de Meuron y Virgilio Gutiérrez, también,  un artículo escrito por el director de este museo de arte contemporáneo. Nos hubiera gustado más extensión en su colaboración, pero las limitaciones de espacio en la publicación no nos lo han permitido. En El baile y las cadenas, http://elbaileylascadenas.com/ blog de la dirección artística del Tea, se pueden leer artículos de gran interés  firmados por otros como Adrián Valerón o como es el caso del más reciente por Bianca Visser.  Desde el mes de marzo de este año, a lo largo de varias semanas J. G. de Durana, publica una serie de  seis artículos acerca de los mecanismos de legitimación en el arte contemporáneo,  museos y centros de arte, artistas, comisarios, críticos de arte y galerías, que  por diversas razones, opino, son de interés para estudiantes, personas del ámbito cultural y artístico, pero también para un público profano. He elegido de entre los seis, este fragmento del artículo que concluye esta serie:


La legitimidad profesional tiene que ver con la credibilidad y ésta, a su vez, se encuentra sostenida por el trabajo hecho anteriormente sobre unas determinadas bases y propósitos ideológicos. No basta, por tanto, con realizar bien ciertas cosas; la fiabilidad hacia alguien se apoya no sólo en la seguridad de que ese alguien no llevará a cabo una chapuza, sino también en que, desde un punto de vista ético y personal acerca del mundo, la sociedad y las relaciones humanas, ese algo llevado a cabo (artístico o no) no repugnará la conciencia, aunque se pueda discrepar de los detalles. El hecho es que, sin pretender ser cínico, la conciencia tiene muchas y variadas moradas. De ahí, por tanto, que haya muchas legitimidades, diversas formas de legitimación y múltiples agentes legitimadores, algunos de los cuales, a veces, niegan esa cualidad, ese procedimiento y esa condición a todos o parte de los demás. El reto está es discernir en dónde, con la facultad de quién y por qué método la legitimidad se hace evidente ante nuestros ojos y para ello no queda otra solución que recurrir al estudio, a la comparación y a la inteligencia. Nadie tiene nada adquirido de entrada; ni quien pretende legitimar, ni quien desea ser legitimado, ni quien busca la legitimación en el hecho artístico que contempla. Como decía una famosa serie de televisión de hace años, la verdad está ahí afuera. No queda más remedio que salir a buscarla con la mente despejada. Autor J. González de Durana